Personalizando...

 ¡Hola chicas! ¡Ya estamos a jueves! Mañana ya asoma el fin de semana... ¡qué ganas!

 Hoy no os traigo ningún look, pero os voy a dar ideas para personalizar agendas, carpetas, libros... ¿No estáis aburridas de tener todos los AZ iguales? ¿Y de que parezca que todas llevamos el mismo cuaderno? Yo, por ejemplo, acostumbro a usar agenda, porque si no... ¡se me olvidan la mitad de las cosas! Pero algunas son tan feas... y las que tienen algo de diseño o son más bonitas, también son más caras. ¡Pues qué mejor que personalizarlas!

 Es genial, porque podrás elegir la carpeta acorde a tu estilismo del día... ¡Qué detallazo!

  

 Muchas veces basta con pegarles algo. En estos casos he utilizado pegatinas, recortes de una revista de viajes y también una postal de esas de "postalfree" que cogí a la entrada de un bar.

  Otras carpetas las he personalizado forrándolas con papel de periódico, y superponiendo frases reivindicativas, postales o cualquier cosa que me recuerde a un momento de mi vida. En las que muestro a continuación, por ejemplo, podéis ver: en una, billetes de autobús Salamanca-Valladolid; y en la segunda, una foto de la playa de Gros de Donostia y otra de una ardilla que fue mi mascota.

Tengo muchos dibujos realizados por mí. Algunos están enmarcados y colgados en casa de amigas, madre, tía... Pero yo también los utilizo para hacer que mis carpetas sean únicas y exclusivas.

 Cuando envuelvas algún regalo y te sobre papel..., ¡aprovéchalo para darle un aire nuevo a esos aburridos clasificadores! Además, es la excusa perfecta para pasar una buena tarde de manualidades con los más pequeños de la casa.

 Y para las ocasiones especiales uso el fieltro. En entradas anteriores ya os animé a que utilizarais este material.

 Cuando realizo algún viaje importante me gusta llevar un cuaderno de ruta. Lo utilizo para apuntar todo: lo que va sucediendo, lo que me va gustando o asombrando más; pego fotos, mapas, entradas de los lugares que he ido a ver...
 
Es un material muy agradecido, y con un poquito de imaginación se pueden hacer miles de diseños.

 Y para finalizar, os muestro estos dos estuches. El de la derecha lo hice yo. Es de lana, realizado con agujas de punto y adornado con un pompón. El de la izquierda es... ¡mi primer estuche! Sí, sí... ¡el primer estuche que tuve en mi vida! Le tengo muchísimo cariño, porque es creación de mi madre. Los motivos los había bordado en un vestido que también ella me había hecho. Una vez que me quedó pequeño, lo reconvirtió en estuche... ¡y lo guardo como oro en paño!

 Las manualidades en general me encantan, sobre todo las que se realizan a base de reciclar cualquier otra cosa. Os las iré mostrando... De momento, para el look de mañana, os adelanto que... ¡me voy a poner morada!

Besis y ... ¡hasta mañana!